La violencia desatada en un control de alcoholemia, por parte de un conductor que quiso escapar sin soplar la pipeta, no terminó en una tragedia de milagro el pasado fin de semana en la zona de boliches.
En el operativo, realizado por personal de la Guardia Urbana en la esquina de Urquiza y Casanova, un automovilista amagó a frenar, pero cuando se vio "cercado" por los inspectores de tránsito arrancó a toda velocidad, embistió a uno de ellos y lo llevó arriba del capot alrededor de 500 metros.
Según pudo averiguar LA BRÚJULA 24, el conductor pudo escapar y llegó hasta su casa en Rojas al 400. Allí lo estaba esperando su abogado. Por el hecho, la Municipalidad ya inició acciones legales.
El agente, en tanto, sufrió politraumatismos y fue atendido en el Hospital Privado del Sur, donde tras pasar casi 6 horas de internación, fue dado de alta.
HABLÓ EL JEFE DE LA GUARDIA URBANA
“El conductor del auto frenó, ante el pedido del inspector, pero no detuvo su marcha. Cuando el agente se acercó a un metro, aceleró y lo cargó en el capot. En el recorrido frenaba y aceleraba para tirarlo, hasta que lo logró. Lamentablemente no pudimos identificarlo”, mencionó el titular de Guardia Urbana.
En la imagen captada por la cámara de seguridad del SIPREVI, puede verse el Volkswagen Gol rojo que viene circulando por Fuerte Argentino y dobla en Casanova, con el inspector agarrado del capot del auto.