Aldana García, de 18 años, permanece internada en la terapia intensiva del Hospital Penna, intentando recuperarse de las graves lesiones sufridas en manos de una familia siniestra. Es una de las víctimas del "Clan Benítez", que la mantenía a ella y otra chica encerradas en una vivienda de calle Güemes al 3.700, lugar donde eran sometidas a aberrantes vejaciones.
Ella pudo escapar de las garras de sus captores, subirse a un micro y llegar a la casa de su mamá, a quien le contó todo lo que había sufrido. Luego ingresaría al nosocomio y su triste historia comenzaría a conocerse e indignar a la comunidad.
Ahora, LA BRÚJULA 24 accedió al testimonio de la madre de la víctima que, entrevistada por la policía, recordó que su hija conoció a Fernando Benítez a través de Facebook en el mes de octubre. Dijo que era un hombre celoso, obsesivo, y que no dejaba tener redes sociales a la víctima.
Además, explicó que cada vez que intentaba comunicarse por teléfono con Aldana, tenía que hacerlo al celular de su captor y siempre usando el altavoz. Si quería ir a verla, nunca lo lograba. O le decían que no estaba o que no podía entrar al inmueble porque los perros "eran malos".
En su declaración, la mujer detalló una vez en que Aldana había podido ir a visitarla y notó que tenía marcas en el cuerpo. Un ojo morado y la mordedura de un perro en una de sus piernas. Pero la chica negaba cualquier tipo de agresión por parte de su pareja y alegaba siempre algún tipo de accidente.
Preocupada, ella quiso hacer la denuncia, pero no pudo. Cuando estaba en la comisaría recibió el llamado de su hija pidiéndole por favor que no lo hiciera. Le decía que estaba todo bien, que no se preocupara y finalmente, para no ocasionarle más problemas, no pudo más que hacerle caso a su pedido.
Ayer, llegaría la confirmación del horror. A las 6 de la mañana Aldana llegó a la casa de su madre y lo primero que dijo era que estaba bien y que todas las lesiones que tenía no eran culpa de Fernando. Pero antes de desvanecerse, se quebró y reconoció las aberrantes torturas que había sufrido.
Contó, por ejemplo, que el primer detenido del "Clan Benítez" le pegaba con un cinturón, que la drogaba para obligarla a tener sexo y que la violaba con un destornillador diciéndoles que así se haría mujer. Luego, todo eso sería corroborado en el hospital.
Este es Fernando Benítez, uno de los detenidos por el delito de privación ilegal de la libertad, tentativa de homicidio (femicidio), reducción a la servidumbre, abuso sexual y comercialización de estupefacientes.
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