Pablo Víctor Cuchán, el hombre que estuvo 11 años preso por el crimen de Luciana Moretti -ocurrido en el 2004- y recuperó la libertad en abril del año pasado, fue el protagonista de un nuevo caso de violencia de género en la vecina localidad de Monte Hermoso, que terminó con intervención policial. 

Según pudo averiguar LA BRÚJULA 24, su última pareja, una empleada municipal de la vecina localidad, fue víctima de sus agresiones durante la última madrugada.

Ella misma le contó a la policía que estaba junto a una amiga, en su auto, cuando Cuchán se le cruzó con su camioneta. En esa maniobra, que ocurrió enfrente de una conocida heladería de avenida Majluf, le arrancó uno de los espejos retrovisores. 

Luego, a los gritos, el ex convicto comenzó a gritarle para que lo perdonara y que volviera con él -habían terminado la relación hace poco-. Ante esto, la mujer se asustó y fue corriendo a la comisaría.

Por el momento, la información se maneja con el más estricto sigilo, a la espera de la decisión que puedan tomar las autoridades. Actúa la Comisaría de la Mujer, de oficio, y el Juzgado de Paz.

Cabe recordar que días atrás se había generado una fuerte polémica por el informe de dos psicólogas montermoseñas en el que se destacaba que Cuchán estaba "armado emocionalmente". Ese texto indicaba, además, que su conducta condice con “la adaptación que logró en su nueva vida”.

Entre las voces de repudio, una de las más fuertes fue la del reconocido psiquiatra Hugo Martietan, quien en diálogo con este medio manifestó que "este hombre es un psicópata y lo que hizo fue engañar a las piscólogas". 

"No se tuvo en cuenta que este tipo de personas no cambian. Incluso, es altamente probable que vuelva a repetir hechos parecidos, aunque quizás con más cuidado para no volver a la cárcel", agregó.