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Luciana contó cómo fue el heorico rescate de bebés prematuros del Penna

Es una de las enfermeras que sacó a los recién nacidos en medio de la tormenta del viernes. "Nuestra prioridad siempre son los pacientes, no hay otra opción", dijo en el aire de La Brújula 24.

10.03.2025 | 10:07 | 🕒 2 mins. de lectura

Luciana, enfermera del Hospital Penna, se convirtió en protagonista de una de las imágenes más conmovedoras del reciente temporal: el rescate de los bebés de Neonatología. Esta mañana, en diálogo con La Brújula 24, compartió su experiencia cargada de emoción y valentía. “Nosotras no dimensionamos lo que hacemos porque es cotidiano. Como equipo, nos miramos y ya sabemos lo que hay que hacer. Nuestra prioridad siempre son los pacientes, no hay otra opción”, expresó con humildad.

Relató que durante su turno nocturno, cuando la alerta ya estaba vigente, la lluvia comenzó a intensificarse pasadas las 3:40. “Salí un poco más tarde porque mis compañeras no podían llegar. Algunas venían llorando y con ataques de pánico. Salimos a tomar el colectivo y Laínez ya era un río”, recordó. Ante ese panorama, decidió regresar al hospital. Allí, junto a otras colegas, bajaron al subsuelo, donde el agua ya les llegaba a la cintura. “En Neo el agua nos llegaba a la cintura y las chicas estaban moviendo a los bebés”, describió.

Eran alrededor de 12 recién nacidos, algunos en cunas y otros más delicados que dependían de oxígeno. “Subimos a despertar a las mamás que estaban en la residencia para que bajaran a buscar a sus hijos. Los que podían, se quedaron arriba con ellas. Los más complejos, de un kilo o kilo doscientos, los llevamos a Pediatría, al primer piso, donde había algo de agua, pero menos. La bebé más chiquita empezó a perder temperatura, así que la mantuvimos en contacto piel a piel”, relató Luciana.

El rescate fue una odisea. “Primero nos iba a buscar un camión del Ejército, pero como tardaba, salimos en el auto del jefe de servicio, aunque no pudimos pasar por el nivel del agua. Finalmente, logramos trasladar a los bebés en un camión militar y el auto de otro médico. Fueron momentos muy duros, sin comer nada en todo el día, sin saber cuánto tiempo más íbamos a estar ahí”, recordó la enfermera, agradeciendo la ayuda recibida posteriormente en el hospital.

Luciana también contó cómo el desastre afectó a su propia familia. “Pude ir caminando a mi casa, que está cerca del Canal, y el agua había llegado a un metro y medio. Mis cuatro hijos estaban en casa, mi marido en White, donde no podía salir porque el agua le llegaba al hombro. Mi hija de nueve años se desmayó; me enteré estando en el hospital y no pude hacer nada”, lamentó. A pesar de todo, valoró la solidaridad que surgió en medio del desastre: “Ayer recibimos colchones, sábanas, ropa. La gente se portó increíble”.