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Papa Francisco: "Rezo por la paz; desde aquí la guerra parece aún más absurda"

En el texto del Ángelus que ha sido entregado al mediodía hora europea, agradece al mundo sus oraciones por su salud.

El Papa Francisco en el texto del Ángelus que ha sido entregado al mediodía hora europea, agradece al mundo sus oraciones por su salud. "Yo también rezo por ustedes. Y rezo sobre todo por la paz. Desde aquí la guerra parece aún más absurda". Dijo y recuerda los distintos conflictos que aún afectan a la humanidad: Ucrania, Palestina, Israel, Líbano, Myanmar, Sudán, Kivu".

"Hermanas y hermanos, les mando estos pensamientos todavía desde el hospital, donde como saben estoy desde hace varios días, acompañado por médicos y trabajadores sanitarios, a quienes doy las gracias por la atención con la que me cuidan". Son las palabras del Papa Francisco al final del texto que escribió para el ángelus de hoy, tercer domingo que no asiste y dirige el rezo mariano ante miles de fieles en la Plaza de San Pedro. 

El Papa apuntó que siente en el corazón la “bendición” que se esconde dentro de la fragilidad, porque precisamente en estos momentos, cuando la enfermedad nos convierte más vulnerables, es que "aprendemos aún más a confiar en el Señor", Francisco da gracias a Dios porque le da "la oportunidad de compartir en el cuerpo y en el espíritu la condición de tantos enfermos y personas que sufren".

“Gracias por las oraciones”

El Santo Padre agradece por las oraciones que se "elevan al Señor desde el corazón de muchos fieles de muchas partes del mundo: siento todo vuestro afecto y vuestra cercanía y, en este momento particular, me siento como “llevado” y sostenido por todo el Pueblo de Dios. ¡Gracias a todos!"

“Yo también rezo por ustedes”

Francisco afirmó que también reza por todos, sobre todo por la paz. Desde aquí la guerra parece aún más absurda, señaló.

"Rezamos por la atormentada Ucrania, por Palestina, Israel, Líbano, Myanmar, Sudán, Kivu".

Jesús nos hace reflexionar sobre la vista y el gusto

Sobre la vista, escribió, Jesús pide entrenar los ojos para observar bien el mundo y juzgar con caridad al prójimo.

"Dice así:«Saca primero la viga de tu ojo, y entonces podrás ver para sacar la brizna que hay en el ojo de tu hermano» (v. 42). Solo con esta mirada de cuidado, no de condena, la corrección fraterna puede ser una virtud. ¡Porque si no es fraterna, no es una corrección!"

Sobre el gusto, siguió en su texto, Jesús nos recuerda «cada árbol se conoce por su fruto» (v. 44). Y los frutos que vienen del hombre son por ejemplo sus palabras, que maduran en la boca, de modo que «de lo que rebosa el corazón habla su boca» (v. 45).

"Los malos frutos son las palabras violentas, falsas, vulgares; los buenos son las palabras justas y honestas que dan sabor a nuestros diálogos".

“Y entonces podemos preguntarnos: ¿yo cómo miro a las otras personas, que son mis hermanos y hermanas? ¿Y cómo me siento mirado por ellos? ¿Mis palabras tienen un buen gusto, o están empapadas de amargura y de vanidad?” 

Fuente: Vatican News

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