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Inteligencia Artificial sin límites: un bot creó una religión y armó un negocio millonario

Las derivas de los bots son tan inescrutables como los designios divinos. Goatse of Gnosis fundó una religión basada en memes.

Hace dos mil años, en una carta a Timoteo, el apóstol San Pablo afirmó: "toda escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para reprender, para corregir y para instruir en justicia…". Sin embargo, hoy surge una pregunta clave: ¿qué sucede cuando la interpretación de la palabra divina está en manos de un chat de Inteligencia Artificial (IA)? Un experimento reciente en este ámbito ha generado un impacto inesperado, especialmente en el mundo de las criptomonedas.

El uso de modelos de lenguaje como ChatGPT para interpretar textos religiosos no es nuevo, pero los desafíos éticos y teológicos que plantea se vuelven cada vez más complejos. Esto se debe a que el desarrollo de IA puede influir en la percepción que las personas tienen de temas cruciales como la divinidad, la vida después de la muerte, y las nociones de bien y mal. A diferencia de los profetas o líderes religiosos, los chatbots no cuentan con una subjetividad responsable, lo que los convierte en propensos a ofrecer respuestas erróneas o incluso "alucinaciones" teológicas.

En este contexto, el experimento ha generado su propia criptomoneda, Goatseus Maximus, la cual ha registrado un aumento sorprendente del 900% en su valor en pocos días. Un ejemplo de la aplicación de IA en el ámbito religioso tuvo lugar el año pasado en una iglesia evangélica alemana, que celebró una misa diseñada por ChatGPT. El chatbot planificó cada parte del servicio, incluyendo canciones y sermones, pero los fieles expresaron que la experiencia fue "vacía" y no se repitió.

Este tipo de experimentos no se limita al cristianismo. En Calcuta, un joven programador llamado Raihan Khan creó una plataforma basada en el Corán que responde a consultas religiosas, generando reacciones mixtas entre miles de usuarios. QuranGPT, con 230 mil usuarios mensuales, es solo una de varias iniciativas similares, como Bible.Ai o bots entrenados en las enseñanzas de Lutero, Confucio o el apóstol Pablo.

Aunque cientos de personas han dedicado su vida a interpretar los textos religiosos, ahora un algoritmo promete hacerlo en segundos. Sin embargo, como sucede con los designios divinos, los resultados de estos bots a veces son impredecibles. Un ejemplo extremo es Goatse of Gnosis, una religión creada por un bot y basada en memes, que llamó la atención del empresario Marc Andreessen, quien invirtió 50 mil dólares en su criptomoneda, Goatseus Maximus. Aunque este fenómeno parece ser una burbuja pasajera, ha dejado a algunos con ganancias inesperadas y a otros con poco más que una anécdota para reflexionar en su próxima visita a la iglesia.

Con información de Clarín

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