Mientras sigue batiendo récords (recientemente se convirtió en el jugador con mayor cantidad de robos en la historia de la franquicia) y siendo reconocido a nivel mundial (lo consideraron una de los jugadores más influyentes de la historia de la NBA), el bahiense Emanuel Ginóbili puso en duda hoy si este será su ultima temporada en la mejor liga de básquetbol del mundo.
"No sé si es el último año. Lo vengo diciendo desde 2013, así que yo voy, juego y trato de hacer lo mejor que puedo. Después si decidimos que se puede seguir, que estoy bien tomando esa determinación y que no es una carga o un malestar el hecho de jugar, sigo. En caso contrario cuelgo las zapatillas y a otra cosa", mencionó el "viejito de 40", en una entrevista brindada a La Nación.
De todos modos, es obvio que el tema del retiro recorre permanentemente la cabeza del mejor jugador argentino de todos los tiempos, quien aseguró que quiere "aburrirse, estar tranquilo, viajar, no sentir fatiga, dormir bien un mes seguido".
Sabe que cambiar de rutina y salir de un ámbito tan exigente como la NBA no será fácil, sobre todo por ser un hombre joven.
"Con Many (su esposa) lo hablamos desde hace un tiempo todo esto. Pero no voy a mentir, hay un montón de dudas. No sabemos cómo va a reaccionar ella a tenerme todo el día en casa o yo voy a estar sin el desafío de un partido. Pero hay veces que hay incertidumbres que está bueno explorar. Estamos con curiosidad y no sé si decirte que con ganas, pero sí sentimos que estamos listos. Después veremos si lo pateamos un poquito más adelante o no", mencionó.
Además, Manu se refirió a la tremenda popularidad que tiene y a los viajes que organizan sus admiradores para observarlo antes que se retire.
"No es fácil, pero supongo que es más difícil trabajar en una mina de carbón que ser Ginóbili. Se me dio todo lo que soñé y más. Tengo un trabajo ideal, la paso bien, me gusta, al mismo tiempo puedo proveer para mi familia cómodamente, así que no puedo quejarme de nada. Quizá fue un poco más duro al principio, por el hecho de pasar prácticamente de ser un ignoto jugador de básquet que actuaba en Italia, al que le iba bien, que tenía una vida relativamente normal, a salir campeón de la NBA en 2003, medalla de oro 2004, campeonato 2005...", explicó.
"Veo grupitos de argentinos por todos lados del estadio. En algún punto, es sentir que algo bien hice, que algo transmito. La gente acá no lo puede creer, porque no existe eso de gritar y alentar de esa forma. Para ellos ver a esos 30 locos saltando en el medio de la cancha (por los argentinos que participaron del Manu Tour) fue como un show paralelo", contó.
Por último Ginóbili se refirió a la burbuja en la que viven los jugadores de la NBA y cómo hacen con su esposa para mostrarle a sus hijos que existe una realidad muy diferente a la que viven.
"Cuando estamos en Bahía Blanca, por ejemplo, nos ocupamos de que sepan cómo viven otras personas. Igual no es fácil de manejar y uno siempre tiene dudas. Con Many tratamos de que nuestros hijos valoren lo que tienen y que no piensen que el mundo es este lugar en el que vivimos ahora. Lo bueno es que todavía son chiquitos y que tenemos un par de año más para trabajar en eso. Pero es algo de lo que nos ocupamos y preguntamos cuando podemos acerca del tema y cómo hacer las cosas en este sentido", completó.
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