Sebastián Martínez, abogado defensor del doctor Oscar Gustavo Casalini, Fabián Lertora, del anestesista José Luis Calió, y Mariano Jara, de la enfermera Gladys Susana Rivadeo, todos acusados por la muerte de una paciente que se contagió del virus de Hepatitis C durante una endoscopía realizada en 2012 -el viernes se conocerá el fallo-, dieron su versión de los hechos en LA BRÚJULA 24.
El primero en tomar la palabra en el programa "Bahía Hoy" fue Fabián Lertora. Aseguró que "hoy es imposible probar que el contagio se produjo por incumplir los protocolos". "En definitiva, salimos del juicio con muchas más opciones, con la posibilidad de que haya existido un portador asintomático, por ejemplo".
"Desconozco quien fue el responsable. Eso debió haberlo investigado el juez, que se encontró sin un equipo capacitado para hacerlo. Lo delegó en Región Sanitaria y el expediente administrativo nunca apareció. Ni siquiera le sacaron sangre a todos los que integraban el equipo médico", enfatizó el profesional.
Martínez, por su parte, insistió en que "el contagio se produjo en el proceso de sedación", y manifestó que durante este tipo de prácticas médicas, "cada uno cumple una función específica dentro de las tareas que le fueron encomendadas".
"Las tres personas no pueden ser responsables, hay que definir quién fue y eso es lo que propuse desde el primer día. La confusión se genera desde la propia fiscalía cuando dice que fueron los tres", sintetizó.
Jara, en tanto, coincidió con Lertora y Martínez en que no se demostró quién es el culpable y dijo que "las víctimas se merecen conocer la verdad y acá hay una duda muy grande, llegamos a un debate sin saber por dónde vino el contagio".
"Ni siquiera se pudo demostrar en el juicio que los pacientes no hayan llegado con el virus a la clínica. No se sabe el orden de atención ni quién se contagió primero", agregó.
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Cabe recordar que la semana pasada, la fiscal Olga Herro había pedido una condena de 10 años para los tres acusados y que este viernes se conocerá el fallo definitivo.
La investigación, que se inició con un artículo de este diario digital, incluyó la declaración de varios pacientes, quienes argumentaron que tanto el suero como la vía ya estaban usados.
Mónica Graciela García Suárez fue la única paciente fallecida. En tanto, Victoria Giaggiotti, Mariano Palma, Mario Engraf, Valeria Zappacosta y Gastón Piazza contrajeron el virus y durante varios meses debieron ser sometidos a un extenso tratamiento para recuperarse.
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