Argentina cumplió en diciembre once años seguidos con inflación de dos dígitos. Según datos del Fondo Monetario Internacional (FMI), el país tiene una de las diez inflaciones más altas del mundo. Comparte el podio con Venezuela y ocho países africanos. Hace tanto tiempo que la inflación avanza a esa velocidad que ya está naturalizada: ir al supermercado, comprar ropa un determinado día de la semana, renegociar un contrato de alquiler, intentar tramitar un crédito hipotecario, elegir alternativas para invertir los ahorros... todas las decisiones económicas están cruzadas por el avance del costo de vida.
El economista Ramiro Castiñeira, de la consultora Econométrica, relevó que Argentina tuvo una inflación de más de dos o más dígitos en 60 de los últimos 75 años. Vivir con inflación es parte de la economía cotidiana. Con mayor o menor conciencia, las decisiones de consumo e inversión más relevantes que se toman a diario están cruzadas por un Índice de Precios que crece a dos dígitos por año.
A mediados de 2016, el presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger, presentó un gráfico con la evolución del ahorro típico argentino durante las últimas décadas, desde 1981 en adelante. "Si ustedes en el año 81 hubieran invertido 100 pesos en un plazo fijo y lo hubieran reinvertido (hasta 2018), hoy tendrían un centavo y medio. Habrían perdido prácticamente todo su capital", dijo en ese entonces Sturzenegger.
"Con inflación, la gente pierde noción de lo que es caro y lo que es barato", dice el economista jefe de Management & Fit Matías Carugati. "El precio pierde eficiencia como señal. Con baja inflación, vos sabrías cuánto vale una gaseosa y detectarías si el supermercado te la vende 10 por ciento más cara. Con tanto tiempo de inflación en magnitudes importantes, no sabés si está a ese precio por un abuso del comercio o si aumentó en todos lados" explica.
"De estos niveles de inflación nuestros, crónicos, de muchos años instalados, se desciende a lo largo de mucho tiempo y con mucho esfuerzo", dijo el viernes el titular del Indec, Jorge Todesca.
Sus palabras contrastan con las declaraciones más optimistas de los funcionarios encargados de la política económica. Los economistas realinean sus expectativas de inflación en torno al 20 por ciento para 2018, pero el Gobierno confía en que cerrará el año en torno al 15 por ciento que se fijó como meta el pasado 28 de diciembre, día de los Santos Inocentes.
Mientras se definen y recalibran tiempos, metas y estrategias, las alternativas para llegar a fin de mes en períodos de alta inflación pasan de generación en generación.
(Fuente: TN)
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