Ana Ricciotti fue víctima de una modalidad de estafa que es más común de lo que se cree y de la cual hay muchas víctimas que no se dan cuenta que los están padeciendo.

Días atrás, la joven se dio cuenta de que su cuenta sueldo del banco Credicoop había sido "visitada" sin su consentimiento y que le habían efectuado dos débitos importantes. Uno de poco más de mil pesos y el otro de 250.

"Estaba controlando como lo hago siempre y me puse a mirar las empresas que me descontaban. Una se llama Asesorarte, que supuestamente es un grupo de abogados, y la otra Unilogro S.A. En el banco no les gustó que reclamara, insistían en que yo había dado mi consentimiento, pero la verdad es que el papel que me mostraron tienen una firma y datos que no son míos, más allá de mi nombre y número de cuenta", alertó.

De todos modos, aclaró, si bien le dieron el cese del débito, "ellos me dijeron que no es su responsabilidad y todavía estoy esperando para ver como se resuelve todo esto".

Ante tremenda desprolijidad, por ponerle algún calificativo a lo sucedido, Ricciotti fue directamente a las oficinas de la OMIC. Por eso, en su micro semanal de LA BRÚJULA 24, Mercedes Patiño, de la entidad de ayuda a los consumidores, se refirió a la estafa.

"Siempre hay que controlar el resumen de cuenta de la tarjeta para ver cuáles son los descuentos y si son correctos. El usuario tiene 30 días para poder impugnarlos y es muy importante hacerlo en tiempo. Los mismo bancos deberían cuidar que este sistema sea confiable, y eso a veces no pasa", explicó.

"Ella -por Ricciotti- procedió muy bien con los reclamos. Primero al banco y luego a la OMIC para que nosotros podamos hacer la gestión. Esto es un proceso donde hay una audiencia de conciliación. Mano a mano con la empresa nos comunicamos telefónicamente y nos pidieron alguna otra documentación, como por ejemplo la copia del documento. Estamos en esta gestión, dijeron que lo iban a estudiar, pero creo que podría haber hasta un tema penal", agregó.