Una guardia del penal de Viedma impidió durante el fin de semana pasado que un preso se fugara dentro de un carrito para bebés que había sido acondicionado especialmente para el escape.
El incidente fue confirmado por el director del Servicio Penitenciario, Hugo Cecchini, y ocurrió el sábado durante las visitas de familiares.
Según publica el portal Rionegro.com.ar, una pareja había arribado al penal alrededor de las 11.40 de ese día, y a las 14.35 decidieron abandonar las instalaciones. Pero lo hicieron de manera sospechosa, y al ser consultados por los guardias, se pusieron nerviosos.
Luego, el bebé que llevaban en brazos comenzó a llorar, y mientras eran custodiados por el personal, una de las ruedas del carrito se trabó sobre el piso de tierra del penal. Allí, pudo verificarse que en el interior intentaba su fuga el preso identificado como Lucas Ezequiel Giménez Pazos, quien terminó otra vez en su celda.
La pareja que quiso colaborar en el escape, en tanto, también terminó tras las rejas.
El 29 de diciembre de 2016, Giménez Pazos había sido apresado sobre el camino Independencia, a unos tres kilómetros de Miramar. Se trasladaba en un Chevrolet Cruze de color blanco, y fue interceptado durante un operativo de control policial en el trayecto que une esta ciudad con Mar del Plata.
Estaba adentro del Penal 1 por el delito de robo agravado a un vecino de Viedma, a cuya casa entró vestido con el uniforme de una empresa de servicios.
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