El centro de Bahía fue testigo este mediodía de la triste despedida que organizaron compañeros, amigos y familia de Diego Ruviera, el inspector de tránsito que murió luego de agonizar casi tres semanas en el hospital por un accidente ocurrido en Manuel Molina y Sixto Laspiur.
Un imponente cortejo fúnebre compuesto por decenas de móviles de la ex Guardia Urbana, grúas y motos -con las sirenas encendidas- escoltaron el auto que llevaba los restos de Ruviera hasta el cementerio. Funcionarios y empleados comunales saludaron desde Alsina 65.
Cabe recordar que el inspector fue impactado por un Peugeot 207 en la mencionada intersección, cuando se dirigía a una emergencia.
Por la violencia del impacto, terminó tendido debajo de un Ford Ka que estaba estacionado, debiendo ser trasladado de urgencia primero al Hospital Español para luego ser derivado al Italiano. Incluso, instantes después del choque, el propio Ruviera en estado de shock había manifestado que no podía mover las piernas.
Horas más tarde, ya en el nosocomio, se constataron complicaciones en las vértebras cervical y lumbar. Más allá de que durante las primeras horas evolucionó favorablemente, su cuadro se agravó con el correr de los días y se tornó irreversible.
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