Un Suzuki Fun que había sido estacionado ayer cerca del arroyo Pigüé, en el interior del parque municipal Fortunato Chiappara, cayó al agua y los bomberos trabajaron para poder rescatarlo.

Tal como publica el portal Semanario Reflejos, en el auto llegaron tres jóvenes de Suárez y lo dejaron en la zona de parrillas, bastante alejado del torrente, pero sin poner bien el freno de mano.

Se retiraron, fueron a tomar mate a otro lugar y cuando volvieron el vehículo no estaba. Lo primero que pensaron era que se lo habían robado y enseguida les ganó la desesperación.

Pero la desagradable "sorpresa" llegó cuando estaban alertando a la policía por el supuesto hecho de inseguridad. María Heintz, dueña del rodado, no podía creer lo que estaba viendo. 

Su auto estaba semisumergido en el agua y hubo que montar un imponente operativo para retirarlo. Los bomberos primero probaron con un malacate, pero la posición del auto no ayudaba.

Finalmente, con una linga y el ingenio de los servidores públicos, más la potencia de la autobomba doble tracción, se logró sacarlo sin daños. El Suzuki sólo sufrió algunos rayones menores, pero no se le rompió ni la trompa, ni los faros y funcionaba perfectamente porque el agua no le ingresó al motor.

"Quería tomar mate cerca del arroyo, pero no tanto", dijo sonriendo Heintz al término del "operativo rescate".