Luciano González Perlender siempre quiso volar un helicóptero a control remoto, pero en aquellos tiempos el hobby era demasiado caro. Un día, justamente para el Día del Niño, su mujer le regaló uno de estos aparatos, con lo que no solo cumplió su sueño, sino que, sin saberlo, marcaría la forma en la que este joven se ganaría la vida.
Hoy, González Perlender es un bahiense destacado productor, camarógrafo y fotógrafo que realiza sus producciones desde el aire con la ayuda de modernos drones, a los que aprendió a pilotear como pocos. No sólo eso, fue uno de los primeros en incursionar en esta actividad en el país y hace un año fundó, junto con su colega Jorge Vidal, la Asociación Argentina de Pilotos de Drones, que obtuvo personería jurídica hace un mes.
Como él mismo cuenta, a partir del regalo de su mujer, compró helicópteros más complejos, se encontró con un grupo de pilotos que hacían vuelos indoor en una cancha de fútbol 5 una vez por semana. "Un día, viendo una página de tecnología de afuera leí algo sobre multicópteros, me puse a investigar y me fascinó la idea de poder volar uno de esos y ponerle una cámara para filmar video", comenta.
No paró hasta conseguirlo. Mejoró su técnica hasta que empezó a hacer las primeras filmaciones y, cuando quedó conforme con los resultados obtenidos, fundó su propia empresa, Aerovisuales. "Desde entonces, dejé de hacer cámara para dedicarme de lleno a tomas aéreas con drones. En esa época, hace casi cuatro años, éramos pocos los que experimentábamos con ellos", recuerda.
González Perlender dice que la industria de los drones creció a gran velocidad, debido a la multiplicidad de cosas que se puede hacer con ellos. Imágenes aéreas, mapeo de campos, control forestal, acciones de rescate, usos militares y provisión de Internet son sólo algunos de sus usos. Los precios de estos aparatos no son menores.
Los más caros pueden llegar a costar $ 190.000 (todo depende de la cámara que se le sume). Un drone para seguridad con una cámara está en US$ 20.000 y uno para agricultura se consigue desde los US$ 1900 hasta los US$ 40.000. En tanto, la jornada de drone para generar tomas aéreas puede ir desde $ 6000 hasta $ 14.000 (siempre en función de la cámara).
La Asociación Argentina de Pilotos de Drones nació con la idea de asesorar y formar pilotos, colaborar y difundir el uso del drone de manera responsable y, a la vez, difundir la actividad para que la gente comprenda que es una herramienta de trabajo segura y no un juguete.
A nivel legal, ya hay una legislación aprobada que entra en vigencia en 100 días. A partir de esa fecha, habrá que dar un examen y hacer una serie de trámites para estar habilitado para volar con ciertas restricciones. "Veo un gran futuro para los drones", afirma González Perlender.
No es ciencia ficción. Los drones ya se usan en agricultura, seguridad, medicina y en el cine, entre tantas otras áreas en las que hasta hace poco era impensable que se pudiera contar con aviones o helicópteros no tripulados.
Fuente: La Nación/LB24.
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