El ingeniero aeronáutico Diego Britez, un bahiense de 27 años, es uno de los profesionales que trabajan en la construcción del cohete Tronador II, el ambicioso programa de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE), producido con tecnología y mano de obra nacional.
Desde Francia, donde está instalado desde hace una semana realizando un master en construcción de estructuras aeronáuticas, Britez dialogó con LA BRÚJULA 24 FM 93.1, y contó en detalle sus inicios en la profesión y cómo es trabajar en el programa nacional surgido a mediados de la década pasada.
"Desde chico estuve relacionado con los aviones, mi papá fue militar en la parte de aviación, asique crecí rodeado de aviones y me gustó siempre. Después estudié la carrera de Técnico Aeronáutico en la Escuela Técnica 2 de Bahía y luego decidí empezar ingeniería a la Universidad La Plata", relató en el programa "Deberías Saberlo".
"En ese momento ya se estaba trabajando con el último satélite que se lanzó hace un par de años y comenzaban con la construcción del Tronador II. Cuando estuve más avanzado en la carrera, nos convocaron a un grupo de chicos de mi camada para colaborar", recordó Britez, y agregó: "Era algo que nunca imaginaba poder hacer en mi país, fue un sueño desde que arranqué en 2010 hasta el 15 de agosto último que se lanzó el vehículo con éxito".
Consultado por su desarrollo habitual y personal dentro del proyecto, contó que trabaja en un laboratorio dentro de la Facultad de Ingeniería, "que es una de las principales colaboradoras". "Dentro de las instalaciones pudimos ensamblar los dos vehículos que ya se probaron, tanto el que no tuvo éxito como el último que sí lo tuvo".
Sobre la proximidad de lanzamiento del primer cohete con el satélite construido íntegramente en Argentina, Britez, con notorio entusiasmo, manifestó que "estamos trabajando para hacerlo lo antes posible. Afortunadamente hay mucha intención de invertir en este proyecto, por eso la idea sería poder lanzarlos entre 2015 y 2016".
Además, el profesional afirmó que, por las condiciones del terreno, la posibilidad de que el lanzamiento se realice en la Base de Baterías, en Punta Alta, es muy probable. Y explicó: "Existen dos tipos de satélites, el geoestacionario, que acompaña el movimiento de la tierra y está siempre posicionado en el mismo lugar".
"A ese tipo de vehículos es convenientes lanzarlos desde el Ecuador porque implica un menor gasto de combustible para llevarlos al lugar donde tienen que estar", agregó.
"En cambio, para el proyecto Tronador lo que se intenta hacer es poder lanzar satélites que se ubiquen en órbitas bajas, que recorren la tierra en forma polar, no que están siempre en el mismo punto. Por eso, lo que tiene que tener es un buen direccionamiento hacia los polos y la Base de Baterías es un buen lugar para ubicar la plataforma de lanzamiento", aseguró.
Ensayo de una nueva prueba del Lanzador de Satélites Tronador II