POR JUAN MANUEL TUCCI
Seguramente en más de una noche de insomnio, Walter Perazzo soñó y se imaginó con este debut. Cómodo, sin ningún tipo de objeciones y con pasajes (varios) de buen juego. Así fue la presentación del aurinegro en esta nueva temporada del fútbol argentino.
Decir que el 2-1 le quedó corto al resultado es casi tan obvio como mencionar que los dos goles de penal convertidos por Jonatan Blanco -párrafo aparte para su tranquilidad a la hora de ejecutarlos- le permitieron al aurinegro manejar el partido a gusto y piacere.
Claro está también que Tigre nunca fue rival. Lejos de reaccionar a los dos golpes tempraneros que sufrió, el equipo de Alegre se mostró timorato y sin alma. De hecho, recién se dedicó a atacar cuando Luna descontó allá por el primer minuto de descuento del segundo período.
Olimpo, que se encontró con dos regalos inesperados antes de los 20 minutos, mostró intensidad a la hora de atacar con Cuero y Olivares por una banda derecha que tuvo a mal traer a los defensores del equipo de Victoria.
Borja, como referente de área, luchó todas y hasta se autogeneró situaciones cuando fue necesario. Y más allá de haber errado un gol insólito ante Javier García, también fue un dolor de cabeza para la retaguardia visitante, que jamás supo como controlarlo.
Además, el doble cinco funcionó a la perfección, con un Gil abocado más a la marca y al quite y un Blanco encargado de la distribución.
En la segunda parte Olimpo salió decidido a liquidar la historia, pero la mala puntería y -en otras ocasiones- la falta de decisión de algunos de sus atacantes no lo permitieron.
Tan tibio fue Tigre en ataque que hasta Sills -de buena presentación- mostró esporádicas escaladas sobre el callejón derecho. Y hasta el pibe Lincopán no sólo se dio el lujo de debutar en Primera División sino de probar con un remate al golero García en una de las tantas aproximaciones que tuvo el aurinegro en el complemento.
El suspenso sólo apareció en el final del guión, con un penal que Carlos Luna convirtió -también de manera exquisita- ante un Champagne que fue espectador del juego casi toda la tarde.
Tranquilo y sin sobresaltos. Así sumó Olimpo sus primeros tres puntos del campeonato. Como lo soñó Perazzo...