Entre 2 y 3 millones de personas en la Argentina padecen enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) pero menos del 20 % lo sabe. Cada año, esta patología que afecta el buen funcionamiento de los pulmones mata en el país a 9.000 personas y es una de las principales causas de hospitalización en mayores de 60 años.
Al celebrarse este mes el Día Mundial de la EPOC, bajo el lema “No es demasiado tarde” (para pedir ayuda por esta afección), instan a realizarse un sencillo estudio llamado “espirometría” a todas las personas de más de 40 años fumadoras o ex fumadoras.
LA EPOC SE CARACTERIZA POR:
- Obstrucción crónica del paso de aire.
- Falta de aire (disnea).
- Tos crónica.
- Mayor producción de flema.
- Silbido al respirar (sibilancia).
- Infecciones respiratorias frecuentes.
La principal causa de Epoc es el tabaquismo, que eleva a entre un 80% y un 90% el riesgo de padecer la patología.
Otros factores que aumentan el peligro de padecer Epoc son la contaminación, incluida la producida por el uso de la madera y el carbón, la quema de estufas y calentadores, y la exposición a una gran variedad de agentes contaminantes.
SU IMPACTO
La Epoc tiene un impacto físico y emocional sobre quienes la padecen. A medida que progresa, disminuye la función pulmonar y la actividad física se nota seriamente limitada, lo que dificulta la capacidad de llevar una vida plena, interfiriendo con las tareas diarias y con su participación en las rutinas familiares. Todo esto puede producir en las personas sensación de miedo, ansiedad, frustración, aislamiento y depresión.
Los síntomas de esta enfermedad a menudo se confunden con los del envejecimiento natural, de ahí la importancia de la espirometría para diagnosticarla.
El diagnóstico y tratamiento temprano mejoran significativamente la calidad de vida de las personas con Epoc, permitiéndoles seguir realizando sus actividades cotidianas.
“La mayoría de los pacientes están subdiagnosticados en la Argentina y en el mundo; si estos pacientes se pudieran identificar en etapas tempranas, las intervenciones tales como dejar de fumar y otras terapias farmacológicas podrían alterar el pronóstico de la enfermedad, reduciendo los riesgos de hospitalización y llevando a una mejor calidad de vida relacionada con la salud”, enfatiza el doctor Eduardo Giugno, director del Hospital Cetrángolo.
“El tratamiento de la Epoc debe ser más temprano que tarde e incluye la rehabilitación y el ejercicio físico que tienen impacto clínico muy significativo y pueden cambiar la historia natural de la enfermedad”, añade.
DIAGNÓSTICO
Según pone de manifiesto Giugno, “el diagnóstico de Epoc debe considerarse en cualquier persona mayor de 40 años, con antecedentes de tabaquismo y que presenta síntomas respiratorios tales como dificultad para respirar, tos o expectoración”. En esos casos, apunta el profesional, se requiere una espirometría para confirmar el diagnóstico.
“La espirometría es un método rápido, simple y no invasivo para comprobar la función pulmonar. Se realiza con un espirómetro, que mide la cantidad y la velocidad del aire que pueden inhalar y exhalar los pulmones. Ayuda a evaluar el asma y la Epoc”, precisa el experto.
Por su parte, el doctor Ramón Ángel Rojas, director médico del Centro de Investigaciones Clínicas de San Miguel de Tucumán, insiste en que “en individuos de alto riesgo, mayores de 40 años de edad, fumadores o ex fumadores, con síntomas como disnea, tos y expectoración, una espirometría realizada correctamente, en tiempo y forma, nos aproxima al diagnóstico temprano de la enfermedad y nos aleja del tan temido subdiagnóstico y subtratamiento de la Epoc, condiciones estas últimas, que condenan a los pacientes a padecer una mala evolución y un peor pronóstico de su Epoc”.
En ese sentido, Rojas afirma que “está claro que el problema a resolver es el del diagnóstico tardío e incorrecto de la Epoc, sobre todo, en los Centros de Atención Primaria de la Salud, donde 7 de cada 10 fumadores consulta a un médico al menos una vez al año”.
Fuente: Doctor Vid