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Historias de vida

Un milagro llamado León

Fanático de San Lorenzo, alegre y amiguero: así es Francisco León Corvalán, que tiene 6 años y es el primer bebé nacido a partir de un tratamiento de fertilización de alta complejidad desarrollado íntegramente en el Hospital Penna.

Por Cecilia Corradetti, para La Brújula 24 / [email protected]

Francisco León Corvalán cumplió seis años y es pura alegría. “Un verdadero milagro que nos cambió la vida y cumplió mi sueño de ser mamá”, reflexiona, emocionada, Soledad Gallardo, la primera mujer que logró un embarazo a partir de la Ley de Fertilización Asistida aprobada en 2010 y cuyo procedimiento se desarrolló íntegramente en el Hospital Penna.

Fanático de San Lorenzo, al igual que Adrián, su papá –que tiene una verdulería en Láinez al 2400, justo frente a ese sanatorio regional– León concurre a primer grado en el colegio La Asunción, es dulce, familiero y deportista: juega al básquebol en el club Villa Mitre.

Hacía muchos años que Soledad y Adrián buscaban, sin resultados, un bebé por métodos naturales. La ley impulsó a Soledad a acercarse al Penna en 2012, averiguar y finalmente inscribirse en un listado. Enseguida se sometió al primer tratamiento con mucha expectativa. Sin embargo, el embarazo no se produjo. Quedó en lista de espera.

“Quedé mal anímicamente porque las expectativas se derrumbaron y hay un límite de dos tratamientos. Con el tiempo había podido olvidarme, pensar en otra cosa. Pero una mañana alguien de la unidad de Fertilización se acercó a la verdulería para dejarme un pedido de análisis  a fin de intentarlo nuevamente. No podía creerlo, corrí enseguida al pasillo 5 para ver de qué se trataba y, efectivamente, me comunicaron que los procedimientos se habían reactivado, que podía volver a intentarlo. Quedé en shock y empecé. Es un trabajo diario y desgastante. No recuerdo cuántas chicas éramos en aquella tanda, pero sí que fui la primera en lograr el embarazo”, evoca Soledad con “piel de gallina”.

“Me invadía el miedo y la ansiedad. Me tomé unos días de descanso y recé mucho. Me colocaron tres embriones, de los ocho que se habían formado, y prendió León. Nunca me olvidaré el día en que las doctoras Vanesa Fuentes y Guillermina Santos me dieron el resultado positivo en el hospital”, rememora.

Los altibajos y momentos de angustia que sufrió, dijo, quedaron a un costado y primó el agradecimiento y la gratitud.

“El equipo de bioquímicos, médicos, enfermeros, pediatras, todos se portaron increíble. Fue una cadena afortunada y con final feliz y me siento bendecida por este regalo llamado León…”, señaló.

León llegó al mundo el 12 de abril de 2016. “Sole” y Adrián desbordaban al verlo crecer sano y hermoso.

“Cumplió su primer añito y quisimos festejarlo a lo grande con una fiesta en la que pudimos reunir a todos los que hicieron posible que nuestras vidas cambiaran para siempre. Y entre ese grupo de gente estuvo el entonces diputado Marcelo Feliú (PJ) autor de la iniciativa”, recordó.

Soledad atesora varios nombres, entre ellos el del ginecólogo Sergio Mendoza y su equipo, así como también de los profesionales de la unidad de fertilización que la atendieron antes y durante el parto.

“Mucha gente se acercaba a saludarnos y a expresarnos su apoyo. Algunos solo para saludarnos y conocer al bebé, pero también he hablado con mujeres que empezaban el tratamiento y necesitaban desahogarse. Me encantaba poder aconsejarlas y, en algún momento, hasta llegué a pensar en armar un grupo de autoayuda en el hospital”, rememoró.

La ley permitió realizar los procedimientos más sofisticados sin recurrir a centros privados y, así, se inauguró en 2015 el primer laboratorio público con capacidad para hacer tratamientos de fertilización de alta complejidad.

Desde que está en marcha el programa de Fertilidad, la Provincia cubre los tratamientos. El Penna fue el primer hospital público en realizar el procedimiento y le siguió el San Martín de La Plata. Hasta ese momento los hospitales públicos debían articular con centros privados para los casos de alta complejidad.

Este centro fue equipado con un quirófano de punción donde se realizan los procedimientos y un laboratorio de embriología con un microscopio para procedimientos de Fecundación in Vitro con ICSI, técnica que consiste en inseminar un óvulo mediante la microinyección de un espermatozoide.

Además, cuenta con estufas, tanques para preservación de gametos (óvulos y espermatozoides), centrífugas y ecógrafos de alta resolución para poder efectuar la punción a las pacientes.

De todos modos, la jefa de la Unidad de Fertilidad, doctora Patricia Failo, aclaró que la pospandemia demoró la alta complejidad.

“Hoy estamos haciendo baja complejidad y criopreservación en casos oncológicos”, dijo.

Soledad vuelve a la carga y continúa hablando de su mejor recompensa: León.

“Llevamos una vida feliz y no me alcanzará la vida para agradecer este hijo sano, alegre y solidario que Dios y los profesionales del Hospital Penna pusieron en mi camino”, concluye.

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